Aunque el templo ocupe el lugar principal de nuestra visión de la arquitectura griega, sería erróneo afirmar que los arquitectos griegos eran incapaces de pensar más allá de sus confines normativos. Los Propileos y el Erecteion son ejemplos de proyectos complejos donde sus arquitectos tuvieron que resolver múltiples necesidades programáticas y sagradas. El acceso a los Propileos se efectúa por una gran rampa de 20 metros de ancho y 80 metros de largo que penetra en un edificio en forma de U con fachada de estilo dórico.
El Propileo era la entrada principal a la acrópolis de Atenas.
La calzada atraviesa el edificio flanqueada por sendas hileras de esbeltas columnas jónicas. Aunque las partes centrales sean simétricas, los espacios circundantes están lejos serlo. A mano izquierda según se entraba, había una galería o sala de banquetes ceremoniales, o pinacoteca que llegaba hasta el mismo borde del muro de la Acrópolis. Adosados a los muros, había espacios para diecisiete triclinios. Se sabe que los muros estaban decorados con pinturas.
Algo más al sur de los Propileos se encuentra el templo de Atenea Niké (410 a.C.), el primer templo jónico de la Acrópolis, la primera contribución al conjunto después de la devastación de la Acrópolis durante la invasión persa, y también el primer templo construido enteramente con mármol pentélico. Niké era la diosa que personificaba el triunfo y la victoria. En esta zona también había una estatua de Hermes, un dios considerado protector de los caminos y los caminantes.
Destaca notablemente el intrincado juego entre espacios llenos y vacíos. El propio edificio funciona como unos corchetes que ceden el paso al empuje de la rampa. Las columnas jónicas del interior son mucho más esbeltas que sus vecinas dóricas, e imprimen una ligereza al umbrío interior que contrasta vivamente con la robustez y luminosidad anterior y posterior. Las vistas cruzadas también son importantes. Por ejemplo, la visual desde la puerta de la pinacoteca cae en el mismo plano que la fachada de la columnata principal, lo que coloca al observador en el interior y en el exterior al mismo tiempo.