A la vuelta de un viaje a Italia en 1909, Frank Lloyd Wright empezó a construir lo que primero fue un refugio y después una vivienda en Spring Green, en la parte meridional de Wisconsin, que con el tiempo recibiría el nombre de casa Taliesin o Taliesin (19111914). El nombre se refiere al Book of Taliesin, un manuscrito de poemas y profecías datado en la primera mitad del siglo XIV, aunque se cree que la mayor parte de su poemario es mucho más antiguo, muchos de ellos atribuidos al legendario poeta galés del siglo vi, Taliesin.
El edificio marcó un cambio significativo respecto a las casas anteriores de Wright, que estaban confinadas en parcelas suburbanas de dimensiones limitadas, y cuyo diseño estaba orientado a la creación de espacios informales, en sustitución de la convencionalidad espacial que imperaba en la época. La casa Taliesin, emplazada en lo alto de una amplia colina con mucho espacio para expandirse, fue proyectada sin esa polaridad. Era una expresión sumamente personal, pero también estaba imbuida de lo que para Wright era una sensibilidad genuinamente estadounidense hacia el paisaje.
Según Wright gustaba decir, la casa no estaba “sobre” la colina, sino que “nacía de” ella, por lo difícil que resultaba “discernir dónde terminaban el pavimento y los muros y dónde empezaba el terreno”, ya que estaba rodeada de patios ajardinados limitados por muretes bajos y accesibles mediante escaleras de piedra.
La casa Taliesin refleja las experiencias de Wright en Italia, donde vio por primera vez las grandes villas ajardinadas renacentistas y barrocas. Por tanto, no se trataba solo de una casa, sino de una hacienda, casa, granja, estudio, taller y residencia familiar.
Análisis de la casa Taliesin
La casa es baja y de líneas horizontales, con cubiertas a cuatro aguas y sin hastiales, ubicadas rítmicamente en respuesta a las colinas circundantes. Los muros son de mampostería de piedra desbastada con tosquedad y dispuesta en hiladas horizontales muy marcadas, como si fueran en parte naturales y en parte artificiales. Debido a la pendiente del terreno, la casa transmite a sus ocupantes la sensación de que están inmersos en el paisaje circundan te. Como explicaba el propio Wright, es una “casa natural”, con lo que no quería decir que fuera como una cueva o una cabaña de troncos, sino que era una casa “nativa espiritualmente” del lugar.
La organización en planta de Taliesin puede describirse como una ordenación geométrica del paisaje, en la que cada parte se yuxtapone a la siguiente según un modelo de macizos y huecos que serpentea colina abajo. El volumen principal de estar es un rectángulo al que se le han desagregado unos huecos y se ha expansionado mediante terrazas y aleros.
Los sutiles cambios de alineación generan una dinámica interior que queda realzada por la colocación de los puntos de acceso en las esquinas. Más adelante, en la década de 1930, Wright construyó otra vivienda y oficina para sí mismo en el desierto de Arizona, a la que llamó Taliesin West.