Los círculos de piedras son monumentos antiguos. A pesar de su nombre, no siempre son circulares y a menudo forman una elipse o un conjunto de cuatro piedras dispuestas en un arco de circunferencia. La cantidad de piedras puede variar de 4 a 60 piedras erigidas y en su interior suelen contener tumbas o cámaras funerarias.
En las Islas Británicas, hacia el fin del cuarto milenio a.C., el uso excesivo del suelo, junto con el hambre, una plaga, o alguna combinación de ellos, produjeron una quiebra en la evolución hacia organizaciones sociales más complejas. Las tumbas fueron cegadas y abandonadas. El origen de todas estas calamidades pudo ser algún desastre natural.
En Groenlandia existen vestigios de lluvia ácida producida por las erupciones volcánicas de Islandia, fechadas alrededor de 3250 a.C. Las nubes creadas por la erupción debieron ser tan densas que bloquearon el paso de la luz solar, provocando que vastas extensiones de terreno se hicieran inhabitables, un efecto desastroso, aunque efímero.
Según Burl Aubrey, uno de los principales investigadores de los círculos de piedras de las Islas Británicas, el tiempo se recuperó y con ello también el espíritu humano. De hecho, durante la Edad de Piedra tardía y la primera Edad de Bronce, el clima británico debió ser más cálido que el actual, por lo que era posible cultivar más tierras en 2000 a.C. que en 2000 d.C. Surgió una nueva generación de estructuras de tumba (cove) que consta de tres grandes piedras verticales dispuestas en forma de U en planta y orientada hacia el este, sin techo y a menudo redondeada de terraplenes circulares y círculos de piedras.
Sin embargo, la expresión más importante de aquella época no fueron las tumbas, sino los círculos de piedras. Su dispersión no ha podido ser totalmente comprendida hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando la fotografía aérea ha revelado numerosos emplazamientos que no se conocían. Se estima que en un momento determinado pudieron haber coexistido hasta cuatro mil de ellos, dos tercios de los cuales fueron erigidos en la fase de mayor actividad de este tipo de construcción (3000-1300 a.C.).
Los círculos más antiguos oscilaban entre los 18 y los 30 metros de diámetro, con las piedras hincadas verticalmente una junto a otra. La mayor parte de ellos estaban ubicados cerca de un poblado o aldea y se construían con piedra local.
Sin embargo, la expresión arquitectónica de los círculos no era uniforme: podían ser circulares u ovalados, estar formados por terraplenes circulares de piedra concéntricos y muchos de ellos disponían de avenidas de acceso. Algunos tenían que ver con enterramientos y otros con ceremonias de cremación.
En algunos lugares, como en Loanhead of Daviot, las piedras no estaban hincadas verticalmente, sino posadas en horizontal en el suelo, se distinguían por el brillo de sus fragmentos de cuarzo y se agrupaban en posiciones relacionadas con el ocaso lunar; en su centro se han encontrado restos de un hogar con huesos humanos calcinados.
Otras estructuras contaban con refugios y muchas de ellas con piedra en el centro. Al sur del canal de la Mancha, en la costa sur de Bretaña, existe un grupo de lugares arqueológicos de la primera Edad de Bronce, pero las estructuras circulares, aunque no del todo desconocidas, no eran frecuentes en la Europa continental.
En el poblado de Ménec, al norte de Carnac, existe un gran crómlech de piedras hincadas verticalmente (menhires) muy próximas entre sí. Una calzada ceremonial de 100 metros de anchura y 1.165 metros de longitud conduce al crómlech en dirección suroeste-noroeste, y está formada por cerca de 1.100 menhires organizados en once hileras.
Se ha debatido mucho sobre el funcionamiento de estos círculos de piedras como observatorios del firmamento, pero el acuerdo general es que su función consistía en seguir los movimientos de la Luna y de las estrellas (y no del sol), como habría sido típico de estas sociedades agrarias primitivas.
Tipos de tumbas megalíticas primitivas
Trilito: estructura megalítica que consta de dos piedras verticales que soportan una tercera, dispuesta horizontalmente sobre ellas a modo de dintel.
Cove: tres piedras verticales, dos a los lados y una en la parte posterior.
Dolmen: monumento megalítico funerario que consiste en tres o más piedras hincadas verticalmente en el suelo, y una o más piedras dispuestas horizontalmente sobre las anteriores, a modo de cubierta.