Con la obra de Eladio Dieste, un ingeniero uruguayo en ejercicio desde la década de 1960, podría establecerse un instructivo ejercicio de comparación con los logros estructurales de arquitectos como Eero Saarinen y Jørn Utzon.
El presidente uruguayo Jorge Batlle y Ordóñez (1854-1929) y, después, los batllistas, emprendieron una serie de reformas de cariz socialista que condujeron a una expansión económica especialmente determinante en la década de 1950.
Ingeniero por formación, Eladio Dieste ganó su reputación construyendo una amplia gama de estructuras, desde silos para grano, tinglados para fábricas, mercados, almacenes y terminales de autobús, hasta iglesias de luces y belleza excepcionales.
En la mayoría de los casos, el ingeniero Eladio Dieste utiliza bóvedas gaussianas, que son cáscaras autoportantes que se sostienen no solo por su ligereza, sino también porque están curvadas o plegadas de manera que los empujes laterales a que están sometidas sean limitados. También perfeccionó la técnica de la albañilería armada, con el objetivo de minimizar el uso de material y maximizar la luz de las aberturas.
Su parroquia de Cristo Obrero (1958-1960) en la ciudad de Atlántida, es un sencillo rectángulo con paredes laterales que ascienden en forma de curvas onduladas de radio creciente de abajo arriba. La propia ondulación convierte a las paredes en autoportantes, del mismo modo que una hoja de papel curvada tiene mayor resistencia que una plana.
En lo alto, la geometría de las paredes se fusiona con la doble curvatura continua del techo (armado con tirantes ocultos). La belleza de las formas queda realzada por la sutil interacción con la luz, que penetra a través de minúsculas aberturas rectangulares en las paredes y de una triple hilera de aberturas sobre la entrada, orientadas en distintas direcciones.
El almacén para la planta empaquetadora de fruta en Salto (1971-1972) consiste en una serie discontinua de grandes bóvedas de doble curvatura, con luces de unos 45 metros. La forma de las bóvedas consigue que la enorme luz libre del espacio parezca fluida y natural, mientras que la iluminación a través de las ranuras acristaladas crea un ambiente de rara sensualidad.