La dimensión del edificio respecto a las otras formas que lo rodean es importante, pero lo es aún más la escala humana, que es la dimensión del edificio o de un espacio arquitectónico respecto a las dimensiones y proporciones del cuerpo humano.
Dice Frank Ching en su libro Arquitectura: forma, espacio y orden que “la escala se refiere al modo como percibimos el tamaño de un elemento constructivo respecto a las formas restantes. Al medir visualmente un elemento, tendemos a recurrir a otros elementos de dimensiones conocidas que se hallen en el mismo contexto, para emplearlos como artificio de medida.”
Los objetos a nuestro alrededor generalmente tienen tamaños que ya conocemos y con ellos calculamos las dimensiones de los edificios. Si vemos la fotografía de un edificio y no hay ninguna persona en la cercanía, ni un objeto conocido, es difícil darnos una idea de las dimensiones de éste. Por ejemplo, cuando vemos una fotografía de las pirámides de Egipto y no aparece en dicha fotografía ni una persona, ni un camello, ni un vehículo, ni una palmera, difícilmente podremos calcular las dimensiones de las mencionadas pirámides. Igualmente sucede cuando vemos la fotografía de una catedral gótica o del interior del Panteón de Roma; si no vemos un ser humano, o algún objeto con el cual podamos comparar sus dimensiones, nos podemos equivocar al calcular sus medidas.
Calcular las dimensiones de un edificio que contemplamos nos da seguridad, lo entendemos mejor, nos orienta respecto a los demás objetos. No sólo tenemos que tomar en cuenta las dimensiones numéricas sino también las dimensiones ocultas o psicológicas que son las que nos permiten sentirnos confortables.
Ejemplo de la escala humana
Si estamos en la calle y nos paramos debajo de un edificio muy alto, vertical y plano, seguramente nos sentiremos muy pequeños, muy insignificantes; seguramente no nos sentiremos a gusto y diremos que no tiene escala humana. Si dicho edificio, con su misma altura, estuviera levantado del piso unos tres o cuatro metros o tuviera un voladizo en su primer piso, debajo de dichas alturas nos sentiríamos mejor porque esos espacios sí tendrían escala humana ya que podríamos calcular con facilidad sus medidas debido a que sus dimensiones serían familiares. Lo mismo sucedería si el edificio en mención tuviera balcones en cada piso.
En términos abstractos, la escala humana se utiliza como una expresión de una arquitectura hecha para el ser humano. Aunque esta arquitectura es difícil de definir, puede incluir características como: espacios que hacen que la gente se reúna o se sienta protegida, distancias que son cómodas de atravesar y edificios que no hacen que la gente se sienta «insignificante«. Sin embargo, estos ejemplos varían de una persona a otra y son difíciles de cuantificar.
Otras definiciones de escala humana
La escala humana es la medida referente a la relación existente entre las dimensiones del espacio edificado y del hombre. Es común su uso en relaciones de proporción y de escala del hombre en relación a la determinada edificación, sedo de escala humana o una escala no humana.
En general, la mayoría de las cosas están diseñadas a escala humana. Por ejemplo, un gran proyecto de infraestructura, como la represa, puede parecer más allá de la escala humana, pero normalmente está diseñado para ser operado y mantenido por humanos.
La escala humana es una medida de referencia relativa, utilizada en las artes y la arquitectura, basada en el cuerpo humano. Se presume que el ser humano tiene una noción intuitiva del tamaño de su cuerpo y que utiliza esta noción como parámetro comparativo. En un proyecto arquitectónico, se puede inferir el tamaño de los objetos representados por la relación con una figura humana dibujada. En una maqueta del mismo proyecto, un muñeco que representa al hombre da la medida de los elementos que lo rodean. Asimismo, en un cuadro, la presencia de la figura humana permite intuir relaciones de distancia y tamaño de los objetos representados.
Le Corbusier y Modulor
El arquitecto franco-suizo Le Corbusier dedicó gran parte de sus estudios al desarrollo de una medida universal para la arquitectura: el modulor. Sus proporciones proporcionarían las medidas de referencia para todos los aspectos del proyecto. Le Corbusier creía así en la creación de una relación perfecta entre la arquitectura y la escala humana.
El hombre como medida del universo
En el Renacimiento, Leonardo da Vinci representó la perfección de las medidas humanas inscribiendo al hombre dentro de dos figuras geométricas elementales (el círculo y el cuadrado) según las descripciones encontradas en el texto Los 10 libros de Arquitectura del arquitecto romano Vitruvio. Creía en la perfección de la figura humana, asociándola con el centro del universo.
Alberto Durero, a su vez, trató de encontrar la perfección en las mediciones humanas estudiando las relaciones de proporción y simetría entre las diferentes partes del cuerpo.
Pero, ¿qué significa la Escala Humana?
El origen de este término puede vincularse a la activista estadounidense Jane Jacobs (1916-2006), que a principios de los años 60 lideró la oposición a la construcción de una carretera en Nueva York y otras iniciativas propuestas por el planificador urbano Robert Moses que acarrear la destrucción de barrios históricos y la remoción de sus residentes.
En su libro «La muerte y la vida en las grandes ciudades «, publicado en 1967, pocas semanas antes de que pudiera detener el trabajo de carreteras, Jacobs presenta sus argumentos a favor de la zonificación mixta argumentando que «la presencia en la calle es la esencia de la vida y de la seguridad urbana «(Glaeser, 2011).
Esta afirmación fue justificada contraponiendo lo que sucede en una región que posee edificios en altura y una con plantillas más bajas, esta última reflejando lo que se llama «escala humana«.
En este sentido, la autora argumentaba que en el primer caso, los habitantes se vuelven ajenos a la vida en la calle y al que ocurre en el nivel de la planta baja, mientras que en el segundo ejemplo, los peatones tienen la posibilidad de controlar visualmente lo que sucede en las calles cercanas a las calles casas, generando así más seguridad. Este último argumento fue conocido años después como la teoría de los «ojos de la calle».
Otras opiniones
En este mismo sentido, el arquitecto danés Jan Gehl, dedicado a estudiar el comportamiento de los seres humanos en las ciudades, argumento que existe la Escala Humana cuando hay » vida entre los edificios.»
Confirmar si existe o no es posible a través de la observación, punto de partida de su metodología de trabajo, que puede determinar cómo las personas usan el espacio público.
La escala humana Según Gehl
Según Gehl, esta «vida» es lo que se puede denominar Escala Humana, cuando los habitantes poseen un campo de visión sin obstáculos por grandes construcciones, cuando los peatones pueden desplazarse de manera segura a una velocidad real y cuando se proyectan y construyen lugares en los que las personas no se sienten disminuidas.