El arco Tudor: Diseño, Historia y Ejemplos

¿Crees que conoces todos los tipos principales de arcos? En esta lección, vamos a revisar el arco Tudor y veremos qué lo hace similar y diferente de otras formas populares de arcos.

El arco de tudor

Los Tudor tenían que hacer todo de manera diferente, ¿no? No se olvide, esta es la dinastía de los monarcas ingleses que incluyó a Enrique VIII, quien incluso dejó la Iglesia Católica para comenzar su propia religión protestante. Como los Tudor hicieron todo de manera única, obviamente no podían usar simplemente los mismos arcos que todos usaban. Tenían que usar el suyo propio.

Un arco Tudor es una característica arquitectónica que se hizo popular en la dinastía Tudor de Inglaterra (1485-1603). También fue una característica de la arquitectura Tudor-revival a finales del siglo XIX y principios del XX. Funciona como cualquier otro arco, pero es lo suficientemente único como para ser notable. Al igual que los Tudor.

Punto de subida

Entonces, ¿qué define exactamente el arco de Tudor? Hay dos características distintivas que definen este elemento estructural. Primero está el ápice puntiagudo. Mientras que un arco tradicional tiene una parte superior redondeada o curva, el arco Tudor culmina en un punto distintivo.

La segunda característica es la relación entre el aumento y el lapso. El arco real es la parte de la abertura que se produce por encima de la línea de resorte, el punto donde el arco comienza a curvarse hacia adentro. El aumento es la cantidad de distancia vertical desde la parte superior del arco hasta la línea de resorte, mientras que el tramo es el ancho del arco en la línea de resorte. Un arco Tudor tiene un tramo mayor que el aumento, lo que significa que es más ancho que alto. Esto le da al Tudor una sensación muy plana y aplanada. Como resultado, se utiliza principalmente en espacios bajos y anchos en lugar de altos y estrechos.

Tudor Vs Arco Gótico

A pesar de estas características distintivas, puede que no siempre sea fácil identificar el arco Tudor. Fue parte de la arquitectura inglesa durante la época medieval, cuando el estilo gótico dominaba Gran Bretaña. Así, el arco de Tudor es parte de la arquitectura gótica. Sin embargo, una de las características definitivas de la arquitectura gótica es un arco apuntado denominado arco gótico. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el arco Tudor de la época gótica y el arco gótico real?

Tanto el arco gótico como el de Tudor tienen un vértice puntiagudo distintivo, por lo que la diferencia entre ellos radica realmente en la relación entre la subida y la amplitud. En un arco gótico, el aumento es mayor o igual al lapso. Recuerde que el arco Tudor tiene una mayor envergadura que el aumento. Lo que esto significa básicamente es que el arco gótico es alto y estrecho, mientras que el arco Tudor es corto y ancho. Por lo tanto, es más probable que se encuentren arcos góticos en espacios altos y / o estrechos. Esa es la mejor manera de distinguirlos. Vale la pena señalar que los arcos Tudor a menudo también se colocan dentro de un marco cuadrado, lo que complementa la pendiente poco profunda del arco.

Ambos arcos formaban parte de la arquitectura gótica inglesa, y cada uno se rejuveneció como parte de los estilos de Renacimiento gótico y Renacimiento Tudor de finales del siglo XIX y principios del XX. En ese momento, la arquitectura había cambiado lo suficiente como para que los arcos no fueran realmente necesarios para el soporte estructural, por lo que un arco Tudor Revival es a menudo puramente decorativo. No tiene ninguna función estructural. Pero, todavía se ve elegante e impresionante. Después de todo, de eso se trata ser un Tudor.

Resumen sobre el arco Tudor

Un arco Tudor es un arco puntiagudo con un tramo mayor que el aumento. Básicamente, es ancho y corto. El arco es un producto del estilo gótico inglés de la arquitectura medieval, popular durante la dinastía Tudor (1485-1603).

Sin embargo, el arco de Tudor es diferente del arco gótico, que era alto y estrecho, con un aumento mayor que el tramo. El arco de Tudor es firme, distintivo y estéticamente intrigante. Eso es lo más Tudor que puedas conseguir.