Jardín japonés
19/03/2020 · Actualizado: 19/03/2020
El jardín japonés es un espacio dedicado a la espiritualidad y la estética, donde las formas y los colores se juntan en un equilibrio arquitectónico considerado un ícono cultural para la humanidad.
Como una parte de suma importancia dentro de la tradición japonesa, es bastante común ver jardines de este estilo dentro de las viviendas privadas de la clase alta del país del Sol Naciente, así como en los templos, capillas y castillos, que decoran sus espacios invitando a sus visitantes a relajarse en ellos.
Más que causar un efecto estético, los jardines japoneses están diseñados para transmitir valores, sensaciones de paz y equilibrio con el medio ambiente, son conceptos derivados del Shintoísmo, la religión principal de Japón que cree que los hombres y mujeres son parte de la naturaleza y deben convivir armoniosamente con ella.
Para el deleite de los mismos, existen varios tipos de jardines japoneses, destacando entre ellos los de contemplación, de aposento, de paseo y de té, donde se celebra la tradicional y tan reconocida ceremonia del té.
- La historia del jardín japonés
- ¿Cómo luce un jardín japonés?
- ¿Qué representa un jardín japonés?
- ¿Cuáles son los principios estéticos del jardín japonés?
- Características del jardín japonés
-
¿Qué elementos componen un jardín japonés?
- Las rocas; las altas montañas o las islas en medio del mar
- El agua; el centro de todo
- La arena y la grava
- Los puentes y pasarelas
- Las puertas y vallas
- Las fuentes de piedra
- Los faroles, un punto de luz
- Pequeños edificios tradicionales
- Los caminos
- La isla real
- Una casa de té
- Las plantas, el elemento destacado
- ¿Qué es el Sakutei-Ki?
- Cómo concebir el jardín de forma correcta
- Ahora bien, ¿qué tipos de plantas tiene un jardín japonés?
- ¿Hay animales en un jardín japonés?
- ¿Cuáles son los estilos del jardín japonés?
- Jardín zen o de contemplación
- Diferencias entre el jardín japonés y el chino
- Jardines japoneses a lo largo del mundo
La historia del jardín japonés
El jardín japonés nace de la tradición budista china, llevado a Japón durante el período Nara (710-194), marcando un crecimiento de los mismos, especialmente en templos y casas de la aristocracia, como ya mencionamos anteriormente, con un desarrollo mayormente en las eras Heian, Kamakura, Muromachi, momoyama y el período Edo, hasta llegar a los tiempos actuales. Durante su desarrollo, fue dejando atrás a su antecesor chino, ganando un lugar propio en la historia y tradiciones del mundo.
¿Cómo luce un jardín japonés?
Como ya hemos mencionado, el jardín japonés es un espacio de gran belleza natural, donde las formas armonizan para generar un aura de paz y relajación, con una tradición que se remonta a casi tres mil años de antigüedad.
Pero, ¿cómo es ese espacio que asemeja a una obra de arte natural? En primer lugar, los elementos presentes se relacionan entre sí tomando como principio la asimetría, resaltando siempre la simplicidad de cada una de las formas.
La elegancia y la magnificencia son dos elementos que van de la mano con la espiritualidad y la serenidad en este paisaje. Para ello, el cuidado y mantenimiento son de suma importancia, pues de lo contrario se perdería su esencia.
¿Qué representa un jardín japonés?
Más que nada, este espacio representa la cultura, las ideas religiosas y filosóficas particulares. Por esta razón, a pesar de que podemos definir ciertos estilos, no existe un modelo único para su diseño, pues es un reflejo del alma de su creador, como cualquier obra artística lo sería.
Los artistas destacan la armonía y elegancia, permitiendo el flujo de energías tomado de la propia naturaleza, que permite la unificación del cuerpo y la mente. Entonces, el espacio se diseña para permitir que las energías positivas fluyan con más fuerza, eliminando la negatividad y el estrés.
Capa uno de los elementos que se usan para lograr este objetivo está puesto con una intencionalidad que poco o nada tienen que ver con el azar.
¿Cómo interpretarlo?
A partir de su diseño, el jardín japonés se podría interpretar desde dos puntos de vista diferentes, topográficos o geográficos. De esta forma, el paisaje puede estar pensado para representar un conjunto de islas que rodean una porción de mar.
Pero también podría interpretarse como el mismo cosmos, el universo, representado como un gran vacío, que es el mar en nuestra anterior interpretación. Y este vacío se encuentra rodeado de los cuerpos celestiales, que fueron las islas anteriormente.
¿Cuáles son los principios estéticos del jardín japonés?
Ya hemos establecido que los elementos que conforman un jardín japonés no tienen nada que ver con el azar, pues cada uno de ellos es incluido en la composición de tal forma que cumple con una función específica.
De este modo, en este espacio delimitado, cada planta, árbol o roca tiene un objetivo, en principio estético, pero también interpretativo, emocional y espiritual. Nada debe sobrar y cada cosa debe ubicarse en el lugar preciso para que su función se cumpla a cabalidad.
Para ello, el artista se basa en algunos principios básicos.
La vista en miniatura de una naturaleza idealizada
Dentro de este paisaje miniatura, cada elemento colocado representa algo más grande. Por ejemplo, las rocas son en realidad enormes montañas, que coronan estanques que representan en realidad el inmenso mar.
Cada uno de los elementos tiene un significado que esconde un “hermano mayor”. Por eso es tan importante manejar el concepto de la interpretación y la miniaturización.
Miegakure, “ocultar y revelar”
Este es un principio que notamos mayormente en el estilo de jardín japonés de paseo, aunque está presente en todos los diseños.
El concepto de “ocultar y revelar” se piensa como un pergamino que se desenrosca al paso de los visitantes, quienes al disfrutar de las vistas que ofrece el jardín van descubriendo nuevos elementos y sus posibles interpretaciones.
Shakkei, la guía dentro del jardín
La experiencia de visitar un jardín japonés invita a dejarse absorber por su paz y serenidad, pero no por ello se debe estar perdido en él, de forma que se pierda la interpretación y el concepto de la esencia con que fue diseñado.
Por ello existe el shakkei, que es una guía visual y auditiva que tiene como finalidad orientar a los visitantes en su paseo por el jardín, de tal forma que la experiencia sea completa.
La asimetría, un principio elemental
Esto ya lo hemos mencionado con anterioridad. Pero vale la pena insistir en ello pues el concepto de la asimetría es uno de los que más asienta en el diseño del jardín japonés.
Allí, los elementos no se encuentran en planos, y no existe la línea recta. Cada elemento se coloca a alturas diferentes y las curvas definen los caminos y las formas a su alrededor.
Características del jardín japonés
A diferencia de los jardines occidentales, los jardines japoneses se caracterizan por formas curvas y formas asimétricas. Esto se debe a que el jardín japonés está modelado en el paisaje natural. Originalmente, Japón también tiene una fuente de estanque cuadrado cuando la cultura del paisaje entra desde el continente
Sin embargo, gradualmente se convirtió en un estanque con un centro curvo, y después de eso, casi no se vio un jardín lineal. Esto se debe a que los jardines japoneses comenzaron a expresarse de una manera que expresa de manera abstracta el respeto por la naturaleza, la religión y las ideas, y desarrollaron sus propios jardines. Los jardines sobrevivientes siguen siendo maravillosos, incluso después de muchos años de modernidad.
¿Qué elementos componen un jardín japonés?
Todo artista necesita los elementos o materiales con los cuales creará su obra de arte. Lo mismo sucede con los jardines japoneses.
Claro está, para diseñar estos artísticos espacios, dado su importancia cultural, los elementos deben ser elegidos cuidadosamente, teniendo en cuenta el tipo de jardín que se desea crear.
Es de suma importancia considerar su simbología y también el sentimiento que representará dentro del diseño del jardín, recordando que cada uno cumplirá funciones concretas que deben ser pensadas con sumo cuidado.
Las rocas; las altas montañas o las islas en medio del mar
Uno de los elementos más importantes que componen el jardín japonés son las rocas, que por lo general son muy utilizadas las de origen volcánico.
Ahora bien, ¿qué representan las rocas en el jardín japonés? Veamos algunos ejemplos.
- Las islas. Conocidas también bajo el vocablo de shimas, nombre que se utiliza tanto para las rocas que conforman en jardín, como para el espacio que las contiene.
- El Monte Shumi. Según la religión budista, esta sería la montaña que es el eje del mundo, por lo que esa roca estaría representando un lugar místico de suma importancia dentro del jardín.
- Iwakura. Es el nombre que se le da al espacio que ocupan las rocas en el jardín. Es importante mencionar que estas se escogen de acuerdo a la forma en que se encuentran en la naturaleza y se colocan en el jardín sin cambiar absolutamente nada en ellas.
- Monte Horai. Este es un lugar místico que se podría definir como un paraíso. Para representarlo se colocan piedras rodeadas por agua.
El agua; el centro de todo
Junto con la piedra representa además el Ying y el Yang, complementándose el uno al otro, como la isla al mar, manteniendo el equilibrio a pesar de sus diferencias.
Es por ello que los estanques y los arroyos son elementos que no deben faltar en todo jardín japonés. Desde luego, hay que pensar con detenimiento donde irá el cuerpo de agua dentro del jardín, ya que su ubicación traerá las energías positivas y la buena suerte.
La arena y la grava
A pesar de no llevar tanto peso como el agua y las rocas, estos elementos son de gran ayuda para representar las playas blancas de Japón. Además, es símbolo de purificación. Usualmente, está decorada con marcas dibujadas gracias a una herramienta similar a un rastrillo, como los tradicionales jardines zen.
Los puentes y pasarelas
Pueden estar elaborados en piedra o madera, por lo general con un diseño arqueado. A pesar de ser muy decorativos, su significado va mucho más allá de la belleza. Dentro del jardín japonés, el puente es el camino a la inmortalidad y al paraíso.
Por lo general conduce a una isla real dentro del jardín.
Las puertas y vallas
Es un elemento que simplemente no puede faltar en un jardín japonés, y desde luego, también son portadoras de simbolismo. Las puertas Mas Imazumi anuncian que has llegado al jardín japonés, y tu experiencia está por empezar.
Por otro lado, las puertas Torii, dan paso a un espacio sagrado, separándolo del mundo profano.
Con ellas, el toque oriental estaría completo. Al verlas, sabrás que estás apunto de introducirte en una experiencia única.
Las fuentes de piedra
Siendo que el agua es el centro del diseño de un jardín japonés, las fuentes son algo que evidentemente no puede faltar, especialmente si se trata de un espacio diseñado para ser excepcional.
Estas fuentes de piedra, por lo general proveen de agua potable, lo cual aporta un valor adicional y especial. Sol
Los faroles, un punto de luz
Estos detalles artesanales elaborados en piedra dan un toque mucho más tradicional que los modernos puntos de luz que podemos apreciar en los jardines comunes.
Pequeños edificios tradicionales
Existen varias modalidades para incluir este elemento al jardín japonés.
En primer lugar, retomando el concepto de miniaturización, se pueden agregar pequeñas edificaciones, las cuales por lo general son precisamente miniaturas de grandes edificaciones tradicionales de importancia dentro de la cultura japonesa, como palacios o museos, salpicados de pequeñas viviendas tradicionales.
Otra fórmula bastante usada para integrar los elementos arquitectónicos dentro del jardín japonés consiste en usar espacios propios de la vivienda o locación, como el porche o la terraza, y transformar su arquitectura, adaptándola al estilo propio del jardín.
Lo más importante a tomar en cuenta es que al agregar estos elementos se debe mantener la armonía con los demás elementos del jardín, siempre respetando el equilibrio dentro del diseño.
Los caminos
Es un elemento sencillo, pero que da un toque armónico al jardín, además de invitar a los visitantes a disfrutar del recorrido manteniendo el respeto por la decoración.
Con los caminos, el creador del jardín delimita los espacios y crea una guía clara para el buen disfrute de su obra.
La isla real
No importa si es grande o pequeño, el jardín japonés debe contar con una isla real. Es decir, con una pequeña porción de tierra rodeada de agua.
Si el terreno es grande, se puede crear un estanque de buen tamaño, pero si el espacio es pequeño, bastará con uno pequeño, lo importante es tomar en cuenta colocar este elemento.
Esta isla representa el lugar de paz al que deseamos llegar. El paraíso, la elevación espiritual, y es por ello que está conectado a tierra firme por medio de un puente.
Una casa de té
Aunque evidentemente este es un elemento que predomina en el tipo de jardín del té, puede estar presente en cualquier otro diseño, agregando un toque tradicional encantador al jardín japonés.
Esto no es más que una pequeña construcción de aspecto tradicional, bastante íntimo, donde poder celebrar la famosa ceremonia del té.
Las plantas, el elemento destacado
Evidentemente, si se trata de un jardín donde la naturaleza se convierte al mismo tiempo en arte y transmisor de paz, las plantas son un elemento protagónico.
Puede incluirse una amplia variedad de plantas, claro, entre las más destacadas encontramos arces japoneses, bambús, cerezos, helechos, pino negro japonés, camelias, azaleas y mucho musgo. Pero podemos hablar de este punto con más detalle.
¿Qué es el Sakutei-Ki?
Este texto que data del siglo XII es como un manual sagrado para la elaboración de jardines japoneses. En él se encuentran órdenes de paisajismo y jardinería que son la base para la creación de un jardín japonés que conserve y respete todos los elementos propios del mismo.
Desde luego, su contenido tiene como base principal el equilibrio inestable, que siempre está a un paso de romperse, pues es la simbolización de la relación del hombre con el Cielo y la Tierra.
Quienes dominan las enseñanzas de este texto antiguo, saben que la construcción de un jardín japonés es un ejercicio para la mente y el cuerpo.
Principios básicos del Sakutei-ki
Para trabajar en la creación de un jardín japonés, lo primero que establece este texto es definir cuatro principios básicos que pueden sonar simples, pero requieren de un alto compromiso espiritual.
- "Paisaje (montaña-agua) de la naturaleza viva" (Shotoku no sansui)
- "Cumplir los deseos de las rocas" (Kohan ni shitagu).
- "Asimetría, equilibrio asimétrico" (Suchigaete).
- "Soplo de sensibilidad" (Fuzei). De la sensibilidad del lugar.
Cómo concebir el jardín de forma correcta
Para crear el jardín japonés, debes dejarte llevar por tus emociones, por lo que no se realiza ningún diseño previo. Al contrario, se buscan primero los elementos con los que se va a trabajar.
En primer lugar, debes elegir un número de piedras de varios tamaños, y llevarlas hasta el lugar donde se creará el jardín. Luego se disponen en distintas posiciones, tanto erguidas como tumbadas.
Aquí se habla del “deseo de la roca”. Debes dejar que sea la misma piedra la que decida como lucirá dentro del diseño del jardín. Por supuesto, debes haber elegido entre ellas las de mayores dimensiones, que llevarán mayor protagonismo que las demás. Estas deberán colocarse primero.
La belleza imperfecta
Las piedras más pequeñas se colocan como “al descuido” aunque hay que recordar que, como ya hemos mencionado varias veces, nada es al azar.
La armonía debe estar siempre supervisada, pues este espacio resalta siempre la belleza de lo inacabado e imperfecto.
Las rocas representan las montañas, alrededor de estas está el verdor que representa el mar que corre entre las aberturas. Luego los espacios donde las fuentes y estanques llenan de agua el jardín.
Ahora bien, ¿qué tipos de plantas tiene un jardín japonés?
Nada ofrece una imagen más relajante que el verdor de la vegetación, es por ello que los jardines japoneses ofrecen una selección muy pensada de arbustos, árboles y plantas que se encargan de llenar este espacio con ese toque tan importante.
Para elegirlas es importante determinar el tipo de clima en que se construirá el jardín, de modo que su mantenimiento sea más efectivo.
Desde luego, la imagen “japonesa” de la vegetación también es determinante, así que aquí te mencionamos algunas de las plantas que suelen ser muy usadas en los jardines japoneses, en caso de que te sientas inspirado a crear tu propio espacio de relajación en casa.
Arbustos
El arce japonés, la azalea y el bambú suelen ser los más comunes, pero no son los únicos. Te dejamos una pequeña lista de opciones que van excelente con el diseño de un jardín japonés.
- Acer japonicum (Arce japonés)
- Acer japonicum (Arce japonés)
- Acer palmatum 'Atropurpureum'(Arce japonés)
- Azalea japonica (Azalea)
- Bambusa vulgaris (Bambú de interior)
- Camelia japonica (Camelia)
- Cotoneaster horizontalis (Cotoneaster)
- Cotoneaster lacteus (Cotoneaster)
- Cotoneaster salicifolius (Cotoneaster)
- Fatsia japonica = Aralia sieboldii (Aralia)
- Juniperus chinensis (Enebro chino)
- Myrtus communis (Mirto, Arrayán)
- Phyllostachys aurea ... (Bambú dorado)
- Phyllostachys bambusoides (Bambú gigante)
- Pinus mugo 'Mughus' (Pino enano)
- Prunus avium (Cerez )
- Rhododendron (Rododendro)
- Strelitzia alba (Estrelitzia blanca)
- Strelitzia reginae (Flor ave del Paraíso)
- Chamaecyparis pisifera
- Picea omorika 'Nana'
Las trepadoras
Este tipo de pantas son realmente hermosas y dan un aspecto casi mágico al jardín. Te mencionamos algunas de las más idóneas para decorar un jardín japonés.
- Vitis coignetiae (Viña ornamental)
- Wisteria floribunda (Glicinia japonesa)
- Wisteria sinensis (Glicinia)
Otras Plantas ornamentales
Por supuesto, las plantas ornamentales son como la acuarela para un pintor. Sin ellas, el cuadro simplemente no estaría completo. Estas son las más clásicas que puedes encontrar en un jardín japonés clásico.
- Bonsáis
- Crisantemos (Chrysanthemum spp.)
- Helechos
- Hosta fortunei
- Iris Lirios
- Narcisos enanos
- Musgo (tapizante para cubrir el suelo)
- Dichondra repens (tapizante para cubrir el suelo)
También es frecuente encontrar plantas de significado religioso, como el loto, que es considerado un elemento sagrado en la religión budista, y el alto pino, símbolo de la longevidad.
Cuidado de las plantas
El estilo en que los árboles son podados responde a un diseño creado con sumo cuidado y precisión, tomando en cuenta que cada espacio sea visible, y nada bloquee otros espacios del jardín.
Desde luego, el crecimiento del jardín japonés no es salvaje y descuidado. Por el contrario responde a una técnica llamada Niwaki, que busca darle un estilo más pintoresco y con aire antiguo. Muchas veces, los árboles y arbustos son llevados a doblar sus troncos a fin de proporcionar sombras o reflejarse en las aguas, dando aspectos de ensueño al paisaje.
Dato curioso
En el siglo XVI se desarrolló el arte de o-karikomi, que consistió en una técnica para cortar los arbustos dándoles la forma de una bola o semibola con la cual pretendían imitar las olas del mar.
Esta idea fue propuesta por Kobori Enshu, según cuenta la tradición y es muy usado en los arbustos de azalea.
El jardín desierto
No todos los jardines japoneses son de un verde frondoso. Algunos están creados usando más elementos como piedras y arenas para sustituir la vegetación que simboliza el agua. Pero no por ello pierden encanto y misticismo.
¿Hay animales en un jardín japonés?
Desde luego que sí, pero no cualquier animal puede ajustarse a la idea del arte que dirige este tipo de paisajismo. Las tortugas, símbolo de longevidad y serenidad, son parte de la fauna que se encuentra en estos jardines.
También es frecuente hallar grullas, pero mayormente como esculturas de jardín. Ahora, los peces tienen una presencia más selecta.
Los peces
En los estanques, por ejemplo, se colocan peces, específicamente el nishiki-goi, cuyos colores proponen una paleta exquisita para pintar las aguas del jardín japonés. Este tipo de peces fue herencia del jardín chino y ha permanecido dentro de las elecciones del japonés.
El goldfish apareció en China hace más de mil años como producto de la cría selectiva y las mutaciones de la carpa prusiana. Para la época de la dinastía Song (960-1279) ya se podían encontrar en sus clásicos colores naranja y blancos con rojo.
Estos peces llegaron a Japón y por consiguiente a sus jardines en el siglo XVI.
Y finalmente, encontramos los peces koi, que no son más que carpas comunes seleccionadas por sus mutaciones de color, que son controladas en su reproducción.
¿Cuáles son los estilos del jardín japonés?
Como ya hemos mencionado, existen en concreto cuatro tipos de jardín japonés, respondiendo al uso que tengan por destino. Hablemos un poco de cada uno de ellos.
Jardín de paseo
Tal como su nombre lo indica, están diseñados para ser disfrutados con una caminata o paseo que por lo general va dirigida mediante un sendero.
Este camino está creado alrededor de un estanque central o una fuente, contando con un despliegue de maravillosa representación natural. Para disfrutarlo, puedes bien tomar el sendero y dejarte absorber por él, o bien admirarlo desde la distancia, apreciando la visión conjunta que se representa en la obra.
Jardín de aposento
Estos espacios están creados para ser disfrutados desde un único punto de observación.
Estos jardines por lo general son construidos dentro de las casas o en lugares que cuentan con poco espacio, por lo que su diseño no está pensado para que el visitante lo recorra, y por el contrario es solo para admirar.
Jardín de té
Conocido como jardín Rōji, tienen una estrecha relación con la tradicional ceremonia del té.
En su diseño podemos apreciar un camino que conduce a una cabaña de aspecto tradicional, por lo general construido de paja, donde se prepara la ceremonia. Es muy popular por su simbolismo y la comodidad de no requerir demasiado espacio.
Muchos jardines de gran tamaño incluyen dentro de su diseño un espacio con un pequeño jardín de té.
Jardín zen o de contemplación
Es uno de los más populares y conocidos. Su diseño está pensado para ser contemplado desde los templos, pues invitan a la relajación, la meditación y la introspección.
Su significado está cargado de simbolismo y elementos con los que el diseño se puede volver cambiante. Las rocas, la grava y el rastrillo crean las islas, las aguas y las olas.
Es un jardín tan popular que existen incluso versiones para escritorio que incluyen miniaturas de templos y esculturas de monjes tradicionales de la cultura japonesa.
Diferencias entre el jardín japonés y el chino
A pesar de que el jardín japonés claramente ha nacido del jardín chino, existen claras diferencias entre ambos. Mencionemos algunas de ellas.
La arquitectura
En el jardín chino encontramos edificios en el centro del jardín, los cuales ocupan una gran parte del mismo. Por lo general se ubican a un lado o justo encima del estanque.
La arquitectura de estas edificaciones es muy elaborada y decorada.
Por el contrario, en el jardín japonés, los edificios están ubicados a una buena distancia del agua y su estructura es mucho más simple. Además, se alejan mucho de ser el eje central, y de hecho una buena parte se encuentra parcialmente oculta.
Puntos de vista
El jardín chino en su construcción está pensado para ser apreciado desde su interior, con sus edificios, pabellones y galerías, ubicados como eje central del jardín.
Los jardines japoneses, cambiaron su perspectiva para ofrecer un disfrute tanto desde su interior como desde el interior del mismo. Bien sea desde puntos de observación o tomando paseos por sinuosos senderos.
El uso de las rocas
En el jardín chino, especialmente durante la dinastía Ming, la elección de las rocas se centraba mayormente en las formas extraordinarias que estas poseían, buscando incluso similitudes con animales o montañas conocidas.
Además su protagonismo se definía por su efecto dramático. Siendo que con frecuencia eran las piezas centrales del jardín.
Más tarde, los jardines japoneses suavizaron el carácter de las rocas, incluyendo una amplia variedad de tamaños y rodeándolas de arreglos cargados de naturaleza, color y verdor, integrándolas al jardín de forma más armónica.
Los paisajes marinos
Para los jardines chinos, la inspiración se encontraba en los paisajes continentales de su país, los lagos majestuosos y las elevadas montañas. Buscaban imitar la grandeza de estos paisajes en todo su esplendor.
Por otro lado, los jardines japoneses también tenían la intención de capturar la esencia de los paisajes de las costas, montañas y lagos del hermoso Japón, pero desde un punto de vista más centrado en las miniaturas, conservando un aire delicado y simple.
Un dato curioso es que los jardines japoneses incluyen sus playas, representadas en la arena blanca y la grava, con sus pequeños guijarros. Sin embargo, los jardines chinos rara vez representan la geografía de las playas en sus jardines.
Jardines japoneses a lo largo del mundo
El jardín japonés ha contagiado su espíritu de armonía y meditación a lo largo del mundo, convirtiéndose en un ejemplo artístico de intercambio cultural, conquistando un gran número de países.
Algunos de estos países son tan majestuosos y elegantes como cualquiera de Japón, por lo que valdría la pena cerrar este artículo haciendo mención de algunos de algunos de los más destacados a lo largo del planeta.
- Japón. Evidentemente, es el primero a mencionar, no solamente por ser el hogar de este arte, heredado de China, sino por tener el mayor número de jardines, entre los cuales destacan el del Museo de Adachi (Yasugi), Isui-en (Nara), Kenroku-en (Kanazawa) y el del Castillo Akō (Akō).
- Estados Unidos. Aquí encontramos una bella muestra de Japón lejos de casa en los jardines de Portland Japanese Garden (Portland), Anderson Japanese Gardens (Illinois) y Ro Ho En Japanese Garden (Phoenix, Arizona).
- Un bellísimo regalo para la vista y la meditación, el Jardín Japonés de Buenos Aires.
- Jardín Japonés de Montevideo.
- Europa: Jardín japonés en el Parque de la Vega en Alcobendas (Madrid) y Jardín japonés de Breslavia (Polonia).
- Puerto Rico: Jardín japonés en Ponce.
- Chile: Jardín japonés de Santiago, (cerro San Cristóbal y el cerro Santa Lucía), Parque Jardín del Corazón (La Serena).
- Cuba: Jardín japonés del Jardín Botánico Nacional de Cuba (La Habana).