De las pocas residencias privadas que construyó Mies van der Rohe, la más conocida es la casa Farnsworth (1946-1951), en Plano, Illinois. Debido a que el terreno, un soto próximo al río Fox, era proclive a inundarse, Mies van der Rohe levantó la casa 1,5 metros sobre el terreno. El edificio se organiza a partir de dos plataformas rectangulares. La primera de ellas, a la que se accede por la escalera exterior, actúa como terraza, y está separada del suelo por pilares de acero. Desde ahí, otros cinco escalones idénticos a los anteriores facilitan el acceso a la segunda plataforma, situada a 1,5 metros del suelo y que alberga la vivienda propiamente dicha, con dos hileras de cuatro pilares de acero y los extremos en voladizo.
La casa Farnsworth carece por completo de muros, que han sido sustituidos por lunas de vidrio de suelo a techo; solo unas cortinas, si están corridas, impiden la visión del interior. Asimismo, la casa no tiene divisiones interiores, y solo encontramos, hacia el centro del espacio, el núcleo de madera, en este caso que aloja dos baños separados por un armario, y junto al que se organiza una cocina americana.
El resto del volumen interior de la vivienda no está compartimentado, aunque se puede diferenciar una zona de salón, en la que encontramos una chimenea, un comedor y dos “dormitorios”. El espacio de la Casa Farnsworth no está interrumpido por ningún pilar, ya que los ocho perfiles de acero de sección H son exteriores. La casa lo toma prestado del paisaje circundante, en forma de un espacio previo exterior con su propia terraza. Los pavimentos son de travertino y todos los elementos de acero están pintados de blanco, lo que confiere a la estructura un aire de delicadeza y refinamiento. Las cortinas son de seda shantung natural y la carpintería de teca.
Pese a las dificultades inherentes al hecho de habitar en una vivienda de este tipo, la casa Farnsworth fue un modelo para otros experimentos, el más notable de los cuales es la residencia privada de Philip Johnson, proyectada por él mismo en su finca en New Canaan, Connecticut (1949), la Casa de Vidrio. Aunque con una transparencia similar, la casa de Johnson tuvo mucho más éxito. Separada del terreno nada más que por una losa, la Casa de Vidrio está pegada a la tierra, y su conexión con el paisaje es mucho más íntima.
En ella, la estructura metálica no tiene la importancia simbólica que tenía en la casa Farnsworth; de hecho, los pilares metálicos son solo parte de los marcos que sostienen el vidrio, y la cubierta es de madera, ya que resulta más barata y fácil de construir. Pese a su nombre, su elemento más característico no es el vidrio, sino el núcleo cilíndrico de ladrillo del hogar y el baño, del cual se ha desgajado la cocina, que en este caso queda reducida al mobiliario. Una generación después, la casa Farnworth seguía siendo un punto de referencia importante para las casas minimalistas del australiano Glenn Murcutt.
Sin embargo, en cierto sentido, la contribución más icónica de Mies va der Rohe fue en el campo de la arquitectura institucional. Su modelo de rascacielos de acero y vidrio, como el edificio Seagram en Nueva York (1954-1958), fue adoptado pronto como el símbolo de identidad corporativa de Estados Unidos después de la II Guerra Mundial.