Historia de la catedral
01/03/2021 · Updated on: 10/03/2021
La catedral es una iglesia episcopal de una diócesis en la que oficia el obispo, considerado como la máxima autoridad de ella. Su nombre, que viene del latín cathedra, quiere decir silla o trono en el que se sentaba el obispo.
La catedral, cuyo origen se encuentra en la primitiva iglesia cristiana, tuvo en un principio una arquitectura más bien pobre, debido a que en la época del feudalismo los abades habían acaparado el poder en sus monasterios y abadías, dejando a las iglesias parroquiales en un segundo plano; pero más tarde, cuando los obispos fueron adquiriendo importancia, alentaron a los fieles a construirlas, respondiendo a las gentes, sin distinción de clases, con todo entusiasmo.
Unos con sus bienes y joyas, otros con su trabajo, si no tenían recursos económicos, se unieron en esta obra común y levantaron hermosas catedrales en distintos países de Europa, que fueron el orgullo de las ciudades, el símbolo de la fe y expresión de la riqueza y el poder de la iglesia.
Casi siempre se escogen las ciudades populares como lugar para levantar las catedrales, aunque algunas veces estaban incluidas en la construcción de un monasterio o una abadía situados en pleno campo, como ocurre la de catedral de Durham, en Inglaterra, y otras veces situadas en un palacio o en una capilla, como la de Aix-la-chapelle (Francia).
El emperador Constantino el Grande, que dio la libertad al culto católico mediante el edicto de Milan (Año 313), levanto la primera catedral tomando por modelo, que luego prevaleció en las construcciones posteriores, a la Basílica Romana o sala de Justicia.
Sigue en orden de antigüedad la de Santa Sofía en Constantinopla, construida por el emperador Justiniano en los años 532-538. Debido a que el primitivo nombre de Constantinopla era Bizancio, se llamó bizantino al estilo arquitectónico bizantino en que fueron edificadas las primeras catedrales; posteriormente se desarrollaron otros estilos, como el románico, el gótico y el renacentista.
Todos estos estilos permitieron a pintores y escultores manifestar su arte en las fachadas e interiores de los templos. Figuras de santos y ángeles, hombres, animales y plantas desfilan por capiteles y portadas, representando escenas religiosas o profanas, a veces no muy comprensibles por tener un significado simbólico.
Parte de una catedral
Generalmente se construyen con la planta de cruz latina, aunque también las hay de cruz griega. Los brazos de esta son el crucero, y la parte central del edificio, correspondiente a la bóveda más alta de la nave, posee sus partes laterales en las llamadas alas. Se denomina Ábside a la sección más alejada del crucero, cuya forma era semicircular en las primitivas catedrales y en algunas del renacimiento, a diferencia del poligonal, que es el propio estilo gótico. En la parte central de la capilla mayor está el coro rodeando el altar; en él se encuentran las sillas del clero, que tienen a su izquierda la cátedra o silla del obispo, desde la cual se domina bien la nave.
En cambio, en la catedral española el coro se halla en la parte central de la nave. Como en la construcción de las catedrales se empleaban muchos años, a veces se ven representados, como sucede en la catedral de tarragona, en la que se puede hacer un estudio que comprende desde el románico hasta el renacentista.
El estilo gótico, que se empleo durante los siglos XII al XV, parecía el más apropiado para interpretar el profundo espíritu religioso de la época. Sus arcos apuntados como finas agujas se elevaban hacia el cielo a gran altura, expresando el afán de acercamiento a Dios. El arco ojival fue el que sustituyó al de medio punto, utilizado en los estilos arquitectónicos anteriores, y aparecieron nuevos elementos característicos del arte gótico, como el contrafuerte, surgido por la necesidad imperiosa de sostener el extraordinario peso de las bóvedas, y los rosetones y ventanales, decorados con pinturas de escenas del antiguo y nuevo testamento.
Entre las mas bellas y antiguas catedrales se cuentan algunas de Francia, como la chartres, construida el año 1145, destrozada en la revolución francesa y reconstruida después. Esta, junto con las de Notre Dame (de parís), Reims y Amiens, forman el grupo de las que se consolidarán más hermosas del país.
La primera de las catedrales que cita como tal es la de San Marcos de Venecia (Italia), una de los mejores templos de estilo bizantino, con la planta de cruz griega, utilizada también como iglesia de peregrinos. Italia tiene otras muchas catedrales, como la de Milán, Pisa y la de San pedro de Roma, de la que, a pesar de ser considerada como la mas famosa por su historia cristiana y por oficiar en ella el papa, la verdadera silla de este se encuentra en la iglesia de San Juan de Letrán.
Las catedrales españolas, que tienen merecida fama por su belleza arquitectónica, son una representación de todos los estilos, incluso el mudéjar. La catedral de León está considerada como la joya de todas las españolas, aunque no es de las mayores, formando con Toledo y burgos el grupo del gótico más puro. También son importantes la de Sevilla, una de las más antiguas y de más grandor; la de Salamanca, en la que hay una mezcla de varios estilos; la de Santiago de Compostela, también iglesia internacional de peregrinos; las de Barcelona, Zamora, Y otras que se hallan esparcidas por toda España.
Entre las Inglaterra sobresalen las de San Pablo, en Londres, construida inspirándose en la de San Pedro de Roma; la de Salisbury, totalmente estilo gótico; la católica de Westminster, en la que estuvo situada la silla del obispo desde el año de 1539, y la de Canterbury; muchas de estas sufrieron bombardeos durante la segunda Guerra Mundial. Alemania tiene hermosas catedrales, entre las que se encuentran, la catedral de Colonia y la de Ulm.
Las catedrales de América han sido inspiradas en las catedrales de Europa. Probablemente la más famosa es la de la ciudad de México, una de las más grandes de América. Canadá tiene la de San Jaime, en Montreal, fiel copia de la de San Pedro de Roma; los Estados unidos de América la de San Patricio, en Nueva York, de estilo gótico, y la de San Pablo en los Ángeles.